En febrero de 1947, un joven misionero, llamado Glen Chambers, estaba esperando abordar un avión para irse a Quito, Ecuador. Una vez que abordara ese avión, él estaría en camino a realizar “SU SUEÑO” de volverse locutor misionero de la radio, “La Voz de los Andes”, que fue la primera “radio misionera cristiana” del mundo.

Mientras que Glen esperaba en el aeropuerto de Miami, decidió mandarle una carta a su mamá, pero no tenía ningún papel consigo. Así que decidió ojear una revista para encontrar una página con bastante espacio en blanco. Arrancó la página – que solo tenía un anuncio con una sola palabra “WHY” impresa en la mitad de la página.

La palabra “WHY” significa “¿POR QUÉ?”. Rápidamente, Glen comenzó a escribir sus pensamientos en los espacios “en blanco” de la página, e incluyó palabras de mucho cariño y agradecimiento a su mamá por haberlo apoyado en oración durante su entrenamiento misionero.

Luego dobló la página, selló el sobre, compró una estampilla, y escribió la dirección de su mamá. A lo que llamaban para abordar el avión, él puso la carta en un buzón, y abordó el avión. Horas más tarde, mientras su avión volaba sobre las montañas escarpadas de Colombia… ¡ALGO TERRIBLE SUCEDIÓ!

¡El avión se estrelló contra uno de los picos de las montañas! Desgraciadamente, ¡no hubo sobrevivientes! Dos días después, la desconsolada mamá de Glen, recibió la carta que su hijo le había escrito del aeropuerto de Miami, unas horas antes de su muerte. Ella abrió el sobre y desdobló el papel.

Ahí, en grandes letras negras, estaba la palabra que la había inquietado desde el momento que supo de la trágica muerte de su hijo: ¿WHY? ¿POR QUE? A pesar de que ella estaba agradecida de tener este último mensaje del amor de su hijo por ella, esa pregunta -- ¿POR QUÉ? – siguió torturándola días, y hasta semanas después.

Ella decía, “Glen era tan joven, tan talentoso, tan lleno de promesa, tan deseoso de servir al Señor. ¿Por qué permitió Dios que muriera”? Con el tiempo, ella llegó a una conclusión que le dio consuelo, en medio de su dolor.

Ella habló acerca de ese consuelo en una entrevista que le hicieron, “No sé por qué Glen murió,” dijo ella. “Pero lo que sí sé, es que Dios es demasiado bueno para hacer nada cruel. Dios es demasiado sabio para cometer un error. Y Dios es demasiado profundo para dar explicaciones.

Romanos 8:31-32 dice, ¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros. 32Él que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Estas preguntas requieren una amorosa respuesta. Es decir, lo que Dios realmente quiere de nosotras es nuestro amor sincero y espontaneo. Él quiere saber, que a pesar de los problemas y las angustias que podamos estar pasando, nosotros lo amaremos y recibiremos Su amor.

Después de todo, Dios nos amó tanto… que Él ni siquiera escatimó a Su propio Hijo, sino que lo dio por todos nosotros. Entonces… ¿Cómo podemos corresponder a este gran amor? ¡AMANDO A DIOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN!

Si tú “realmente” pudieras entender “LA MAGNITUD” de lo que Dios ha hecho por ti, tu primera reacción amorosa sería, si Dios está a mi favor, nadie podrá estar en contra mía. Cuando realmente amamos a Dios… ¡NO LE TEMEMOS A NADA!

Nosotros tendremos dolores que soportar, problemas que resolver, y enemigos que enfrentar. Si Dios está a nuestro favor, ¿puede cualquier dolor destruirnos? ¿cualquier problema vencernos? ¿cualquier enemigo conquistarnos? ¡NO! ¡NOSOTRAS SOMOS VALIENTES! ¡Aun la muerte no nos puede hacer daño!

SI DIOS ESTÁ A NUESTRO FAVOR… ¡LA VICTORIA ES INEVITABLE, Y LA GLORIA ES ASEGURADA! El rey David mismo dijo en el Salmo 27:1, El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién podría yo temer? Ese es nuestro mensaje de consuelo y valentía, cuando nos enfrentamos a las dificultades, o a la oposición.

34 Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.

¿QUIÉN ES EL QUE TE CONDENARÁ? Contestando su propia pregunta, Pablo dijo, ¡NO ES JESUCRISTO! ¡NO! ¡AL CONTRARIO! ¡ÉL DIO SU VIDA POR TI! De hecho, que Jesús está sentado a la mano derecha del Padre. JESÚS ESTÁ HACIENDO “LO OPUESTO” A CONDENARTE -- ¡ÉL ESTÁ INTERCEDIENDO POR TI!

Juan Crisóstomo era el arzobispo de Constantinopla en el siglo IV. Lo apodaban “la boca de oro” por sus elocuentes sermones “en contra” de los extravagantes derroches de su época. Obviamente, esto no le granjeó el respeto de las autoridades romanas.

Cuando lo llevaron ante el emperador romano, el emperador lo amenazó con desterrarlo, si persistía en ser cristiano. La respuesta de Crisóstomo refleja el entendimiento “que él tenía”, que la verdadera libertad “en la vida” viene con la libertad en el Espíritu, y la seguridad en el amor de Dios:

“Usted no puede desterrarme porque este mundo es la casa de mi Padre”. “Pero yo te voy a matar”, le dijo el emperador. “No, usted no puede matarme, dijo este noble campeón de la fe, “porque mi vida esta escondida con Cristo en Dios”.

“Te voy a quitar tus tesoros”, le dijo el emperador exasperado. “No, usted no puede porque mi tesoro está en el cielo, y mi corazón está ahí también. “Pero yo te alejaré de los hombres, y no te quedará ningún amigo”.

“No, usted no puede hacer eso, porque yo tengo un Amigo en el cielo, del cual usted no puede separarme. Yo lo desafío… porque nada de lo que usted pueda hacerme, me hará daño”. ¡CRISTO ESTÁ A LA DERECHA DE DIOS INTERCEDIENDO POR MI!

PAUSA

Pocos sonidos son tan hermosos como escuchar a una persona, que te ama, orar por ti. Cuando escuchas a una amiga orar por ti, con compasión y visión de Dios, es como si un poquito del cielo estuviera tocando la tierra. Algunas personas no saben que Jesús está orando por ellas, ¡PERO ESA ES LA PURA VERDAD!

Roberto Murray dijo, “Si yo pudiera escuchar “A CRISTO ORAR POR MI”, no le tendría miedo ni a un millón de enemigos”. Nosotras nunca oramos solas. Jesús está en el trono de Dios intercediendo – orando, substituyendo “Sus propias cualidades” por las nuestras, y defendiéndonos ante el Padre. ¡Y LO MISMO HACE EL ESPÍRITU SANTO!

Ambos están teniendo una conversación con el Padre, acerca de lo que es bueno para nosotros, y lo que necesitamos; cuál es nuestro propósito, y ha sido desde la fundación del mundo; a que retos y obstáculos nos estamos enfrentando; como encontrar nuestra identidad en Cristo; y cómo hemos creído, y continuamos creyendo.

¡No hay discordia en esta conversación! Esta conversación está en armonía con la voluntad de Dios. Es una conferencia “de alto nivel” acerca del estado y dirección de nuestras vidas, guiándonos hacia el mejor resultado para ahora… para el futuro… y para siempre.

Nuestras oraciones son una parte integral de los propósitos de Dios para nosotras, y el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo gozan escuchándolas. Nosotros no podemos manipular a Dios para que haga lo que nosotras queremos, pero nosotros podemos expresar nuestros deseos libremente, y conversar con Dios acerca de lo que hay en nuestros corazones.

SIN EMBARGO… ¡A SATANÁS LE ENCANTA CONDENAR! Cada vez que tropezamos, cada vez que caemos, el diablo está ahí… ¡SEÑALÁNDONOS CON EL DEDO! Él quiere que enfoques tus pensamientos en tus debilidades y fracasos, en vez de que te enfoques en el poder de Dios. En cambio, el Espíritu Santo, te dice suavemente al oído… cuando has hecho mal.

¡PERO NO LO HACE DE FORMA CONDENADORA! Él quiere que pongas tus pensamientos en Jesús, que está listo para escuchar tu confesión y perdonarte tu pecado. ¡DIOS ESTÁ DE TU LADO! ¡NO HAY MAYOR PRIVILEGIO QUE ORAR CON JESÚS! ¡CON LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN TU EQUIPO… ¡NO TIENES PIERDE!