Nunca me voy a olvidar de esta fecha – el 20 de julio de 1969. Toda mi familia estaba reunida en la casa de mi mami en Lima. Estábamos ansiosos de ver por televisión al astronauta, Neil Armstrong, pisar la luna por primera vez en la historia de la humanidad.
¡Estábamos emocionados! ¡Esto era algo nunca visto! Las palabras de Armstrong todavía resuenan en mi memoria: “ESTE ES UN PEQUEÑO PASO PARA UN HOMBRE, UN GRAN SALTO PARA LA HUMANIDAD”.
Astronautas han seguido la exploración del espacio, incluyendo al comandante de la última misión del Apolo, Gene Cernan, que dijo: “Ahí estaba yo, y ahí estás tú, LA TIERRA -- dinámica, abrumadora, y sentí… que todo esto era demasiado hermoso para que sucediera por accidente.
Tiene que haber ALGUIEN mucho más grande que tú…. y mucho más grande que yo”. Viendo la majestuosidad del espacio, estos hombres entendieron cuan pequeños eran ellos en comparación a la enormidad del universo.
El Salmo 8:1-2 dice, Señor y Dios nuestro, ¡cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! Este salmo comienza con la declaración de la grandeza de Dios.
La palabra “glorioso” se refiere AL ESPLENDOR RADIANTE DE DIOS revelado en quien es El… lo que El dice, y lo que hace. El carácter perfecto de Dios es visto en la belleza de su mundo creado.
La gloria de Dios -- la brillantez de la grandeza de Su carácter -- no puede ser contenida por la creación. ¡Su gloria excede las alturas del universo! ¡LOS CIELOS Y LA TIERRA EXPRESAN LA EXCELENCIA DEL CREADOR!
Jeremías 31:36 dice, Así ha dicho el Señor, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos; el que ha puesto “al sol la ley de alumbrar durante el día”, y a la luna y las estrellas la ley de alumbrar de noche.
Yo me acuerdo hace años cuando mi esposo y yo nos fuimos a Machu Picchu de vacaciones. Nos estábamos quedando en el hotel de turistas -- ahí mismo en las ruinas -- para gozarlas desde el amanecer hasta el atardecer. ¡Estábamos fascinados!
Una noche nos estábamos preparando para ir a cenar al comedor del hotel. ¡EN ESO HUBO UN APAGON! ¡TODO SE QUEDO OSCURO! Abrimos las cortinas del cuarto para ver lo que estaba pasando. ¡Nos quedamos maravillados mirando el cielo! ¡A la creación de Dios! La noche ESTABA TAN NEGRA que las estrellas brillaban como faroles de luz.
Se veían tan cerca y tan grandes… que sentíamos que hasta podíamos tocarlas. Unos minutos después… ¡LA LUZ VOLVIO! ¡Y el encanto se perdió! Todo volvió a la normalidad. Las estrellas no perdieron su fulgor. ¡NO! Las luces del hotel compitieron con su esplendor.
El Salmo 147:4 dice, El Señor creó todas las estrellas del cielo, y a cada una le puso nombre. 5 Nuestro Señor es grande y poderoso, y Su sabiduría no tiene límite.
3 Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, y la luna y las estrellas que has creado, 4 me pregunto: ¿Qué es el ser humano, para que en él pienses? ¿Qué es la humanidad, para que la tomes en cuenta?
Dentro de la amplitud majestuosa del universo, nosotras somos puntitos insignificantes. Sin embargo, Dios nos ve, nos conoce íntimamente, y nos ama constantemente. ¡ESTA CONSIDERACION DIVINA ES VERDADERAMENTE MARAVILLOSA!
Hace años, en el campus de la Universidad de Harvard, un salón muy importante estaba siendo construido. Los planos de los arquitectos incluían una inscripción que debía ser esculpida en el mármol sobre la entrada principal.
Después de mucho pensarlo, los profesores del departamento de filosofía decidieron que el grabado debía decir, “El hombre es la medida de todas las cosas”. Pero esa visión del mundo – EN QUE EL HOMBRE ES EL CENTRO DE TODO -- no fue aprobada por el presidente de la universidad.
Cuando los profesores regresaron de sus vacaciones de verano, encontraron que el edificio había sido terminado, pero el grabado en el mármol no era la filosofía que ellos habían escogido. Decía, ¿Qué es el ser humano, para que en él pienses?
Aunque el hombre sigue teniendo una visión inflada de sí mismo. ¡EL ES CAIDO Y FINITO! SOLO EL SEÑOR DEBE DE SER RECONOCIDO COMO GRANDIOSO – EL SEÑOR QUE ES SOBRE TODAS LAS COSAS. CON CORAZONES HUMILDES, DEBEMOS DE INCLINARNOS ANTE LA GRANDEZA DE DIOS.
¿Y SABEN QUE? La exploración del universo sigue adelante… EL UNIVERSO DE DIOS NO DEJA DE SORPRENDERNOS… ¡POR SU MAGNITUD! ¡HAY TANTO QUE EXPLORAR! Hace poco, una nueva nave espacial fue lanzada a la Estación Internacional del Espacio. ¡ESTO NO HABIA SUCEDIDO EN AÑOS! ¡Fue un lanzamiento perfecto! ¡Súper emocionante!
La nueva tecnología es espléndida. Hasta podíamos ver a los astronautas dentro de la nave. ¡ERA CASI COMO ESTAR CON ELLOS EN LA NAVE! ¡Yo estaba toda nerviosa! ¡Ay!... ¿qué si les pasaba algo? Gracias a Dios, llegaron a la Estación Internacional del Espacio sin ningún problema!
¡Y LA ULTIMA NOTICIA ES… Que dentro de poco estaremos viajando a la luna, a Marte, y más allá… ¡COMO PASAJEROS! ¡UN NUEVO SALTO EN LA EXPLORACIÓN DEL ESPACIO! ¡No veo las horas de escuchar las impresiones del público cuando viajen y vean la grandiosidad de Dios en vivo y en directo!
5 Hiciste al hombre poco menor que un dios, y lo colmaste de gloria y de honra. 6 ¡Lo has hecho señor de las obras de tus manos! ¡Todo lo has puesto debajo de sus pies!
Dios creó al hombre en Su propia imagen. Aunque es menor que Dios, el hombre comparte con El algunas facultades QUE NO SON COMPARTIDAS por ninguna otra orden de la creación en la tierra. Y nos ha coronado con gloria y honor, y nos ha puesto a cargo del cuidado de la tierra.
Pero el autor de Hebreos nos recuerda – QUE EN NUESTRO TIEMPO PRESENTE -- no estamos viendo al hombre gozando de este dominio indiscutible -- Los perros le ladran al hombre, las culebras lo muerden, los pájaros y los pescados lo eluden.
La explicación es que… cuando el pecado entró al mundo – POR MEDIO DE ADAN -- el hombre perdió su soberanía incondicional sobre la creación menor. Pero el propósito de Dios sigue en pie. Dios ha decretado que el hombre tendrá dominio, y nada bloqueará los propósitos de Dios.
Aunque nosotros no vemos todas las cosas sujetas al hombre en este momento -- NOSOTRAS SI VEMOS A JESUS – LA PERSONA POR MEDIO DEL CUAL EL HOMBRE Y LA MUJER -- serán eventualmente, restaurados.
Cuando Cristo vino a esta tierra, El se convirtió, temporalmente, en menor que los ángeles, PARA QUE COMO HOMBRE, pudiera morir por la humanidad. Ahora El es coronado con gloria y honor y está sentado a la mano derecha de Dios.
Algún día, CRISTO -- EL HIJO DEL HOMBRE -- regresará a la tierra para reinar como Rey de reyes y Señor de señores. Y en el milenio -- el dominio que fue perdido por el primer Adán -- será restaurado por el Ultimo Adán.
ALABEMOS AL SEÑOR
Señor, te alabamos por ser quien eres. Eres grande y poderoso. Tu sabiduría no tiene límite. Tu gloria es más alta que los cielos. Tu majestad llena la tierra. Te adoramos, Señor. Ayúdanos a caminar como tus hijas, dándote honor y gloria. ¡Tú eres nuestro Dios!. ¡Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos. En el nombre de Jesús, Amén.