Juan 2:1-2 dice, Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea; y allí estaba la madre de Jesús. 2También Jesús y sus discípulos fueron invitados a la boda.

En la época de Jesús, las celebraciones “de las bodas judías” duraban toda una semana. Durante ese tiempo los familiares y amigos se quedaban en la casa de la novia y el novio. La boda era una especie de luna de miel/reunión familiar/despedida de soltero/y despedida de soltera de la novia. ¡TODO EN UNO!

Durante los siete días de celebración, la novia estaría escondida en alguna parte de la casa. Nadie la vería… ¡excepto su novio! Al final de la semana, ella saldría de su escondite -- con bombos y platillos -- en gran celebración.

Esto es fascinante con respecto a la Fiesta de Bodas del Cordero. Cuando el Rapto ocurra – nosotras, la novia de Cristo – seremos llevadas al cielo por siete años. Así como la novia judía estaba en aislamiento con su novio por siete días, nosotros estaremos aisladas con nuestro Señor Jesucristo… ¡lejos de la tribulación que se desatará en la tierra!

La presencia de Jesús en esta boda “en particular” es el sello de aprobación que Jesús da sobre todos los aspectos de la institución del matrimonio – civil, legal, y religioso. Es en este capítulo 2 de Juan, que Jesús comienza Su ministerio público… ¡honrando y elevando la institución del matrimonio!

3Cuando se terminó el vino, la madre de Jesús le dijo: “Ya no tienen vino.” 4Jesús le dijo: “¿Qué tienes conmigo, mujer? Mi hora aún no ha llegado.” 5Su madre dijo a los que servían: “Hagan todo lo que Él les diga.”

Es bien significativo -- qué en estas últimas palabras “de María” registradas en la escritura – la vemos a ella dirigiendo a los sirvientes para que fueran a su Hijo, en vez de actuar como mediadora, o de enlace para Jesús.

Aquellos que creen, que necesitan ir a través de María, para que sus oraciones sean escuchadas o para ganar influencia en el cielo, no han estudiado “cuidadosamente” la relación entre Jesús y Su madre. ¡Ella no tenía mucha influencia sobre Jesús!

Claro que Jesús la amaba y la cuidaba… ¡aun estando Él en la Cruz! Pero Él nunca fue influenciado “por ella” ni recibió órdenes de ella. Por ejemplo, cuando le dijeron a Jesús en Lucas 8:21, que Su madre y Sus hermanos querían verlo, Jesús dijo, “Mi madre y mis hermanos son los que oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica.”

Y por último, en Hechos 1 vemos a María en el Aposento Alto “con otros discípulos orando”. ¡Ella no estaba dirigiendo la reunión! ¡Ella no estaba en un lugar de honor, o de prominencia! Ella era solo “una más” del grupo.

Primero de Timoteo 2:5 dice, Porque hay un solo Dios, “y un solo mediador” entre Dios y los hombres, ¡NO MARÍA! SINO EL HOMBRE JESUCRISTO.

6En ese lugar había seis tinajas de piedra para agua, como las que usan los judíos para el rito de la purificación, cada una con capacidad de más de cincuenta litros. 7Jesús les dijo: “Llenen de agua estas tinajas.” Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Ahora saquen lo que está allí, y llévenselo al catador.” Y se lo llevaron.

Para aquellos que quieren servir a Jesús “de forma más profunda”, hay tres características importantes -- de los sirvientes -- que debemos notar en esta historia. Primero, es la obediencia. Los sirvientes no discutieron con Jesús, ni le hicieron preguntas. Ellos simplemente hicieron lo que Jesús les pidió que hicieran.

Segundo, es la abundancia. Los sirvientes llenaron grandes tinajas de veinte galones hasta el tope, aun cuando no tenían idea de lo que iba a suceder después. ¡Estos eran muchachos entusiastas! Y tercero, es la paciencia. JESÚS NO DIJO, “Ok, sirvientes, agrúpense. ¡Este es el plan! ¿Ven esas tinajas allá?

Quiero que ustedes las llenen de agua. Luego cuando comiencen a servírselas al catador, un milagro se llevará a cabo, ¡y el agua se volverá en vino! Juan escribirá todo esto en el segundo capítulo de su evangelio, y ustedes, muchachos… ¡serán famosos!” ¡NO! Jesús les dijo a los sirvientes lo que debían hacer… ¡un paso a la vez!

Primero, ellos debían llenar las tinajas. Después de hacer eso, les dijo que sacaran el agua para dársela al catador. El milagro ocurrió solo cuando ellos siguieron “cada paso fielmente”. Muchas veces, “queremos saber” el segundo paso, el tercero, el quinto, antes de comenzar con el primer paso.

COMO DICIENDO…

“Señor, déjame saber a dónde me estás llevando con todo esto. Déjame saber a dónde voy a estar el próximo mes, el próximo año, y dentro de tres años. Explícamelo claramente… ¡y luego lo haré! ¡El Señor no obra de esa manera! Él nos da Su plan “de la misma forma” que lo hizo con los sirvientes en la boda… ¡UN PASO A LA VEZ!

Pero en el momento -- en que dejamos de obedecer -- en ese momento, todo deja de funcionar. 9El catador probó el agua hecha vino, sin que él supiera de dónde era, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua.

Esta historia es tan conocida, que la pueden contar los creyentes y los no creyentes. Sin embargo, en ese momento los únicos que sabían “lo que había pasado” eran las personas más humildes presentes en la boda… ¡LOS SIRVIENTES!

¡Nadie más sabía de donde había venido el vino!” No hubo exclamaciones de admiración mientras se servía el vino. No hubo “miradas de reconocimiento” hacia el joven Carpintero de treinta años. La gente no se apresuró “a acercársele a Jesús” para pedirle Su autógrafo.

Lo único que hubo -- fueron algunos sirvientes “cansaditos” que se quedaron boquiabiertos… ¡por lo que había pasado! El primer milagro público de Jesús “fue muy parecido a Su primera aparición en la tierra”. En Su nacimiento, solo hubo unos cuantos pastores humildes, que vieron lo que había pasado.

Más adelante en Su ministerio, habría momentos en que Jesús demostraría Su divinidad, “con una autoridad firme e impresionante”. Pero en ese día en Caná, Jesús decidió revelarse, solo a algunos sirvientes humildes y obedientes.

Judy Garland fue una estrella de Hollywood, conocida como la joven Dorotea de la película El Mago de Oz. Para muchos, la vida de “FAMA” parece ser el boleto al éxito y la satisfacción. Sin embargo, al final de su vida, Judy Garland, ya no sentía la magia “de los zapatitos rojos de Dorotea”.

Ella escribió, “Si soy toda una leyenda, ¿por qué me siento tan sola?” Judy Garland descubrió lo que la novia y el novio de Caná descubrieron -- que la desilusión es, muchas veces, el invitado “no invitado” en la vida.

Así como el vino se terminó en la boda, nosotros también nos quedamos sin cosas o sin la gente que amamos y necesitamos. ¡Judy Garland se quedó sin gente! Ella se sentía sola. Algunas personas se quedan sin dinero. Otras se quedan sin salud. Y aún otras, se quedan sin compañía, o sin deseos de vivir.

10Entonces [el catador] llamó al esposo, y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces sirve el menos bueno; ¡pero tú has reservado el buen vino hasta ahora!”

Jesús “salvó el día de la boda… ¡y Él puede salvarte a ti también! Él puede proveer lo que necesitas, porque Él es el Señor “sobre todas las cosas”. Él es el dueño de todo y controla todo. ¡Y Él promete darnos lo que necesitamos!

En la Boda de Caná, Jesús demostró -- por primera vez -- ¡que Él es el Señor de todo!

Así como Jesús nació en un humilde establo, “Él escogió la boda de una pareja “común y corriente” -- una pareja anónima “en un pequeño pueblo” para que fuera la ocasión de Su primer milagro”. Cuando el vino se acabó, Jesús tuvo compasión de los sentimientos del novio… ¡y de los deseos de Su madre!

Imagínate lo que hubiera pasado en la boda… ¡si es que Jesús no hubiera estado ah! En esa cultura, el novio se hubiera avergonzado, porque se había acabado el vino. Los invitados se hubieran molestado. Tal vez, ¡hasta se hubieran ido de la fiesta! Lo que comenzó como una gran celebración… ¡podría haber terminado en un desastre!

¡La presencia de Jesús lo cambia todo! Solo Él puede quitar nuestro vacío y transformarlo… ¡en algo nuevo y mejor! ¿Alguna vez has sentido’ cómo si tu vida hubiera tocado fondo? ¿Cuándo sientes que lo mejor podría estar por venir -- pero a la vez tienes tus dudas por las difíciles experiencias que has pasado?

Puede que, en estos momentos, te sientas emocionalmente vacía por las desilusiones, las luchas o las tragedias en tu vida. Pero Jesucristo, nuestro Salvador, ¡puede darle un nuevo significado a tu vida! Él quiere regocijarse contigo, llorar contigo, y ¡mostrarte… ¡Que lo mejor está aún por venir!

¡Así qué! Entrégale a Dios “el área de tu vida” en la que “casi” te diste darte por vencida… ¡Y VERÁS LO QUE ÉL PUEDE HACER POR TÍ!