Durante la guerra -- un submarino que patrullaba la zona -- tuvo que quedarse sumergido toda la noche. A la mañana siguiente, cuando salió a la superficie, un amigo “en otro barco” llamó por radio al capitán, y le preguntó: ¿Cómo les fue en la terrible tormenta de anoche?”
Sorprendido, el oficial exclamó, “¿Qué tormenta? ¿No sabíamos que había habido una tormenta?” A pesar que la superficie del océano había sido azotada por enormes olas producidas por fuertes vientos, el submarino no fue afectado “para nada” porque las aguas del fondo del mar habían estado calmadas y tranquilas.
La Biblia tiene mucho que decir --acerca de la paz, la quietud y el silencio. El Salmo 91:1 dice, Él que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Y también el Salmo 23:2 dice, En verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce.
Dios llamó a Abrahán a una vida de separación. Muchas veces, Abrahán estuvo a solas con Diosen la montaña. Esta quietud produjo la semilla de Abrahán.Moisés -- durantecuarenta días y cuarenta noches de soledad -- recibió los Diez Mandamientos. ¿Quién puede dudar del efecto “que esto tuvo” en la vida de Moisés?
Jesús pasó “días enteros” a solas en oración.Pablo vivió tres años en el desierto de Arabia en quietud y reflexión. Cuanto más profunda sea la reflexión, ¡mayor será la revelación! Lo que sea que veas en tus momentos de quietud…¡edificarátu vida!
¡La quietud es el comienzo del crecimiento! ¡La quietud es el maná escondido del corazón!La quietud es el canto del silencio. ¡Es la paz que sobrepasa todo entendimiento!¶ “Una persona le preguntó a un chiquito, ¿Qué es la paz? El chiquito contestó, “Aaah. La paz es cuando ‘uno se siente bien rico’ por dentro.”
Una mente calmada y serena es una marca de madurez. Una mente sin problemas es una mente que está en control. ¡La tranquilidad de espíritu trae progreso a la vida! Cuanto más profunda sea la serenidad, ¡mayor será la posibilidad de lograr metas en la vida!Cuando escoges la quietud… ¡descubresquién eres tú realmente!
Si tú nunca estás a solas contigo misma…¡nunca te conocerás a ti misma! Un corazón lleno de paz “trabaja con Dios” en situaciones difíciles y con gente difícil. ¡Aprenderás a usar todas las cosas para bien!Un corazón sereno puede cambiar “un rompecabezas” en una bella realidad.
Jesús dice en Mateo 6:6, Cuando te pongas a orar, “entra en tu cuarto”, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
Es muy importante tomarnos el tiempo para estar a solas con Dios. Anda “al cuarto especial” que hayas creado para estar con Él. Pon a un lado las distracciones y calma tu mente. ¡Dios te refrescará! Él te hablará, y tú sentirás Su presencia. ¡Te sentirás renovada!
¡Hay dos tipos de cuartos! El “uno” es el lugar donde meditas en Dios y estudias Su Palabra. Este es el lugar “adónde vas cada día” para estar con tu Padre. Este lugar puede ser tu carro, tu dormitorio, tu cocina o el patio. No importa donde sea -- siempre y cuando -- sea un lugar.
El segundo cuarto es el corazón. Este es el lugar donde nadie debe entrar… ¡SOLO DIOS! Tú podrás estar en medio de una multitud de gente “yaun así” tener paz y quietud. La quietud del alma significa retirarnos de las voces de la gente y del alboroto del mundo. El cuarto del corazón es portátil. Este cuarto puede volverse “en un lugar tranquilo” en medio de un mundo ajetreado.
No importa a donde vayas, tú llevas “tu cuarto de quietud” contigo. ¡Las grandes ideas nacen en la quietud del corazón! Esta quietud de cuerpo y mente “te dará fuerza y poder” para hacer las rutinas diarias de la vida. Cuando pases tiempo meditando en la Palabra, “y en Dios”, las metas de tu vida “multiplicarán la efectividad” de tus esfuerzos.
Cuando tú vez a un equipo de futbol en un campeonato, tú podrás decir, “Guau, ¡qué tromes! ¡Ganaron el partido de hoy!” ¡PERO NO! Ellos ganaron ese partido “mucho antes” por medio del entrenamiento, de la disciplina, y por medio de todo lo que fuera parte de su preparación. ¡Así mismo es con nosotros!
La fe de vivir para Dios “victoriosamente”, viene día tras día, semana tras semana, año tras año, en los lugares secretos donde aprendemos a confiar y a obedecer. Es en ese lugar secretodonde buscamos a Dios, que Él comienza a guiarnos y a capacitarnos.
Es ahí donde aprendemos a confiar y a obedecer, para que podamos salir victoriosas enla vida pública.La habilidad de confiar y obedecer – es aprendida y refinada, cuando no hay nadie cerca, cuando nadie lo nota, y cuando nadie aplaude.
PAUSA
Muchas veces hablamos acerca de la oración “como si esta fuera poderosa” en sí misma. Decimos que la oración puede lograr grandes cosas, y hablamos acerca de tener una vida de oración poderosa. ¡No es que estemos equivocadas! ¡NO! ¡La escritura nos da muchísimas promesas acerca del poder de la oración!
La oración“simplemente definida” es hablar con Dios. Como toda comunicación, involucra una conversación entre dos personas -- escuchando, y hablando.¡Se trata detener una relación con Dios! Nosotros no simplemente oramos. ¡Le oramos a nuestro Padre! Nosotros oramos lo que el Espíritu Santo pone en nuestro corazón.
Lo más interesante de todo “es que la única cosa que los discípulosle pidieron a Jesúsque les enseñara”, ¡fue la oración! Ellos nunca le pidieron que les enseñara a predicar, a sanar, a evangelizar, u organizar. Ellos habían observado los movimientos de Jesús por casi tres años, y sabían que el secreto de Su vida era la oración.
A veces, Jesús se iba a las montañas, y oraba toda la noche. En otras, Él se levantaba antes del amanecer para orar. ¡Él oraba antes de cada gran proyecto! Él oraba después de cada gran logro.Cuanto más ocupada se volvía Su vida, con mayor razón buscaba un lugar secreto para orar.
Por lo tanto, la única cosa “que Sus seguidores le pidieron” fue, “Señor, enséñanos a orar.”Y nosotros no simplemente oramos por nosotras mismas. Oramos en el nombre de Jesús, revestidas de Su Espíritu Santo, y pidiendo “para que las vidas” delas familias,las ciudades y lasnacionessean redimidas y restauradas
Una mente cristiana está siempre en conversación con el Padre,el Hijo y el Espíritu Santo. La fe no es una fórmula. Orar no es solo cuestión de tener la actitud correcta para obtener lo que queremos. ¡NO! Es una forma de colaborar con Dios para avanzar Su Reino.
Un muchacho estaba sentado en una banca del parque, llorando a mares. Un chiquito lo vio y le preguntó, “¿Qué te pasa? El muchacho le contó la historia acerca de su hermano que estaba preso. Su hermano había sido condenado a muerte y sería ejecutado unos días después.
El muchacho quería desesperadamente ir a ver a Abrahán Lincoln, el presidente de los Estados Unidos, y pedirle que perdonara a su hermano. Él sabía “que la gente común y corriente” no puede entrar “a si no más” a la oficina del presidente.
¡El muchacho andaba desesperado!Después de escuchar la historia del muchacho, el niñito le dijo, “¿Quieres venir conmigo? Le dio la mano al muchacho, y lo llevó a la oficina del presidente.
Ambos pasarondelante de los guardias, delante de la secretaria, y nadie les dijo ni media palabra. ¡El muchacho no lo podía creer!Él no hubiera podido ver al presidente -- aunque hubiera tratado –si este chiquito no lo hubiera llevado directamente a la oficina del presidente.
El presidente Lincoln se puso de pie cuando el chiquito entró con el muchacho. El presidente miró al chiquito, y le preguntó, “¿Hijo, en que te puedo ayudar? ¡Ah! La razón que este muchacho pudo entrar a la oficina de Abrahán Lincoln, es porque él era hijo del presidente.¡Él podía entrar sin que nadie lo detuviera!
Nosotros no podemos entrar a la presencia de un Dios santo, a menos que vayamos acompañadas de Su Hijo. Es por eso que oramos…¡EN EL NOMBRE DE JESÚS!
8Su Padre ya sabe de lo que ustedes tienen necesidad, antes de que ustedes le pidan.
Jesús dice que Dios sabe exactamente lo que necesitamos antes de que lo pidamos. Como Dios es misericordioso y generoso, Él, a veces suple nuestras necesidades, sin importar “si se la hemos pedido o no”. Pero Dios no ha establecido Su Reino para que funcione así.
Si Dios nos diera todo lo que necesitamos -- sin que se lo pidamos –eso podría cambiar“totalmente” nuestra relación con Dios. Nunca nos daríamos cuenta cuan desesperadamente necesitamos buscar Su rostro.¿Podríamos arreglárnoslas sin tener una conversación con Él?
Nos perderíamos el propósito para el cual fuimos creadas. Fuimos creadaspara el compañerismo, la amistad, y la intimidad con Dios. No todas nuestras conversaciones con Dios son basadas en pedir y recibir -- pero para muchas de nosotros -- es por ahí donde comenzamos.
Tenemos necesidades y deseos de provisión, de protección,y de tener relaciones saludables.¡Así qué! Le pedimos a Dios que cuide de nosotros. Tenemos sueños y objetivos que están fuera de nuestro alcance. Así que le pedimos a Dios que nos ayude a obtenerlos. En alguna parte del camino, comenzamos adorar y a darle gracias a Dios, como debemos.
Pidiendo y recibiendo es la regla del Reino de Dios, ¡y ésta regla nunca se vuelve obsoleta!Más bien… ¡se vuelve un deleite! ¡Es así como llegamos a conocer al Padre!¡Él disfruta dando y recibiendo!¡Y es así como el amor florece!¡Dios no se sorprende con nuestras peticiones! Él ya las sabe de antemano – pero le complace cumplirlas de acuerdo a Sus propósitos.
Y YA PARA TERMINAR…
“La oración es nuestro privilegio más alto, es nuestra responsabilidad más grande, y es el poder “más importante” que Dios ha puesto en nuestras manos.”¡ASÍ QUE ORÉMOSLE AL SEÑOR SIEMPRE!