Desde muy niño, Carlitos aprendió que solo se necesita una persona “y un poquito de valentía” para mover una multitud. Cuando él estaba en la escuela secundaria, los chicos jugaban bruscamente en el área de los casilleros, y un chico rompió una de las puertas de salida, que había sido cerrada con clavos.
La maestra les dijo a los chicos que tenían que contribuir con $10 c/u para pagar por la puerta rota. El papá de Carlitos le dijo, “En primer lugar” el colegio no debió haber cerrado la puerta con clavos. Y tú, Carlitos, no debes de pagar los $10.
A lo que los chicos pagaban sus $10, Carlitos se puso de pie en la clase, y dijo, “Mi familia no va a pagar los $10, “porque la puerta rota” ha sido culpa del colegio. Eso fue difícil de decir para un chico de 12 años. Pero todos se dieron cuenta que Carlitos tenía razón. ¡El colegio terminó pagando por la puerta!
Una de las pruebas “del valor de una persona” es la manera como se comporta cuando se siente presionada. Si se da por vencida “cuando las cosas se ponen difíciles” demuestra que no tiene carácter. ¿Podemos ser valientes a pesar de nuestros miedos? ¡SI! ¡La valentía es una de las virtudes más valoradas!
Ser valiente significa mantenerte firme contra el miedo que desafía tu fe. Significa enfrentarte a la oposición, y en algunos casos, a la persecución, por el bien del evangelio.
Roberto Stevenson dijo, “Aquel que se arrodilla ante Dios, ¡puede estar de pie ante cualquiera! ¡Guarda tus miedos para ti misma! Y comparte tu valentía con otros.”
Un cristiano debe permanecer firme en sus principios, y no por preferencia. Debe permanecer firme en sus convicciones, y no en su conveniencia. La valentía es una virtud que debe ser buscada por cada cristiano, y cada iglesia hoy en día.
Estamos viviendo en una época, donde la gente está flaqueando y tolerando la maldad. Muchos cristianos y muchas iglesias “no están dispuestos a defender la verdad”, la justicia de la Palabra de Dios, y el testimonio de Jesús.
Ya es tiempo que los seguidores de Cristo, le demos la espalda a la debilidad, y seamos decisivas, determinadas y devotas -- sin importar el costo. Nosotros no necesitamos predicadores débiles, dirigiendo iglesias débiles, y predicando mensajes débiles a un mundo que se está muriendo.
Lo que necesitamos es la valentía de los profetas y los apóstoles. ¡SI! Necesitamos carácter y valentía para defender la luz y la verdad.
Proverbios 24:10,12 dice, Si en momentos difíciles te rindes, muy limitada es la fuerza que tienes. 12Tal vez digas: «Esto no lo sabíamos»; pero lo sabe el que pesa los corazones, lo sabe el que observa lo que haces, el que da a cada uno lo que merecen sus obras.
Todas hemos sido llamadas a ser fuertes aun cuando tengamos miedo. El miedo es una emoción humana que todos experimentamos. Hasta el salmista dice, “Cuando tengo miedo” pido la presencia del Señor.”
Habrá momentos “en la vida” en que sentiremos mucho miedo – ya sea, por un diagnóstico “doloroso” que nos ha dado el médico -- o de recibir una llamada “a media noche” cuando tus hijos todavía están en la calle.
Nos da miedo no poder pagar las cuentas, o de quedarnos sin trabajo, o de no tener quien nos cuide, cuando seamos ancianas. Sin embargo, la Biblia dice que no debemos tener un espíritu de miedo en nuestras vidas. Mas de 360 veces, la Biblia dice… ¡QUE NO TENGAMOS MIEDO!
La gente de Dios “NO SE SIENTA CRUZADA DE BRAZOS” durante tiempos difíciles. Amar a tu prójimo no significa no hacerle ningún daño. Más bien, significa hacerle el bien – especialmente cuando él o ella está en peligro. Definitivamente, que podemos aplicar este principio… ¡AL CRIMEN DEL ABORTO!
Para la cristiana, decir, “Ay, yo no tenía idea de esto” es ser como el sacerdote y el Levita de la parábola “que Jesús contó” acerca del Buen Samaritano. Básicamente “estos dos hombres se hicieron los despistados” y se pasaron al otro lado de la calle, simulando no haber visto nada.
En este pasaje, Dios dice que, Él dará a cada uno lo que merecen sus obras.¡Así que! Has todo lo que puedas para a ayudar a combatir la maldad, ¡y a amar a los demás!
Si actúas valientemente ante la adversidad, ¡Dios te sostendrá y te fortalecerá! Cuando defiendes la verdad y la justicia, ¡Dios te recompensará! Cuando Dios está con nosotros, ¡no tenemos que tenerle miedo a nada!
Yo creo que el primer paso “para escoger la valentía en vez del miedo”, ¡es de hablar! Me pregunto cuántas veces en la vida nos habremos quedado calladas. ¿Hablamos cuando vemos que algo anda mal, que es intolerable o inconcebible? ¡La escritura nos dice “que no desmayemos” en el día de la adversidad!
¡Nunca dejemos de estar alertas para defender la verdad! ¡Un solo acto de valentía en tu hogar, tu familia, tu calle, o tu trabajo puede ser el momento en que todo cambie!
Miguel de Cervantes dijo, “Aquel que pierde su riqueza, ¡pierde mucho! Aquel que pierde a un amigo, ¡pierde más! Pero aquel que pierde su valentía… ¡lo pierde todo!
Nos hemos vuelto “tan miedosas” que ni siquiera nos atrevemos a cruzar la calle “o” a caminar al otro lado de la sala, para compartir “con alguien” la verdad del evangelio que salvará su alma. ¿Tenemos la suficiente valentía “para invitar a alguien” a la iglesia?
¿Eres un papá valiente para tus hijos? ¿Eres una mamá valiente para tu familia? ¿Eres un estudiante valiente “dispuesto a defender tu fe en Cristo”? Si encuentras que te falta valentía, ¡anda a la Palabra de Dios! Cuando vemos que Dios escogió “a gente común y corriente” y le dio una valentía extraordinaria… ¡eso cambiará nuestra forma de ver la vida!
· Moisés tuvo la valentía de enfrentarse al faraón – que era el hombre más poderoso de la tierra -- y demandar en el poder de Dios… “¡Deja ir a mi pueblo!”
· Abrahán tomó a su único hijo, a Isaac -- y en obediencia a Dios -- tuvo la valentía de obedecer a Dios, cuando “lo que le pidió” no tenía ningún sentido. Abrahán puso a su hijo en el altar del sacrificio, y experimentó “la liberación sobrenatural de Dios”.
· Sadrac, Mesac y Abednego pusieron sus vidas en las manos de Dios. ¡Ellos permanecieron firmes! ¡Se negaron a adorar a un ídolo pagano!
· Daniel siguió orándole “al Dios Todopoderoso”, en vez de orarle a un rey mundano. A pesar “que su desobediencia al rey” merecía la pena de muerte, Dios liberó a Daniel de la fosa de los leones.
· Pedro tuvo la valentía de salirse del bote, caminar sobre el agua… ¡e ir a Jesús!
· Pablo, sabiendo que se estaba enfrentando al fin de sus días -- y a la espada de la ejecución -- tuvo la osadía de predicar a Cristo contra viento y marea.
Por eso, Pablo dice en 1 Corintios 16:13, Manténganse atentos y firmes en la fe; sean fuertes y valientes.
¡No nos quejemos de nuestros problemas! Las dificultades que estamos pasando hoy, nos están preparando “PARA SER MÁS FUERTES Y VALIENTES” cuando se nos presenten situaciones difíciles.
A veces es aterrador dar el paso de fe, pero “está bien” tener miedo y ser valiente a la misma vez. Dios nos ha dado a cada una de nosotras – UN DON -- un talento espiritual que debe ser usado para Su gloria.
A lo mejor tienes una buena voz para cantar, o un servicio que ofrecer, o un ministerio que compartir. Confiésale a Dios tus miedos, “y no dejes que estos te impidan” dar un paso adelante en la fe”.
Isaías 41:10 dice, No tengas miedo, que Yo estoy contigo; no te desanimes, que Yo soy tu Dios. Yo soy quien te da fuerzas, y siempre te ayudaré; siempre te sostendré con Mi justiciera mano derecha.
Jesús estará con nosotros a través de nuestras pruebas. Y cuando flaqueamos y tengamos miedo, Él nos ayudará a mantenernos fieles. Romanos 8:31 dice, Si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros.
La muerte no es nuestro enemigo, ¡porque Cristo ha derrotado a la muerte! La enfermedad no es nuestro enemigo, porque somos “más que vencedoras” por medio de Jesucristo, nuestro Salvador.
¡Todas somos humanas! Todas somos vulnerables. Pero tenemos a Jesús, y tenemos al cuerpo de Cristo, “para sostenernos” … cuando no podemos dar un paso más. Es muy importante alentar, afirmar, “y ayudar a otros” … ¡cuando los vemos sufriendo!
Ellos necesitan a alguien que les diga… ¡que hay esperanza en Cristo! ¡Y ESE ALGUIEN PUEDES SER TÚ! Escoge la valentía sobre el miedo, vive tu fe valientemente, y enfréntate a las pruebas con audacia… ¡PORQUE JESÚS ES EL SEÑOR!