Sundar Singh era un muchachito que andaba siempre amargado. Después que su mamá se murió cuando él tenía solo catorce años, Sundar se volvió “en enemigo acérrimo del cristianismo” … en su comunidad en la zona norte de la India. Pero luego, en una conversión dramática, ¡Sundar se entregó a Jesucristo por fe!

Por los siguientes veinticinco años, él ejerció una gran influencia internacional. Una vez, Sundar fue visitado por un profesor “de religiones comparativas de Europa”. Cuando este agnóstico erudito le preguntó con mucha curiosidad, “Sundar, ¿qué has encontrado en el cristianismo que no encontraste en tu religión tradicional?”

“Yo encontré a Jesús.” “Sí, yo sé,” dijo el impaciente profesor. “¿Pero que enseñanza o que doctrina “en particular” encontraste? Sundar simplemente repitió su respuesta, “yo encontré a Jesús”.

Tiempo después, Sundar escribió: “Cuando la gente me pregunta, “¿Qué te hizo volverte cristiano?” Yo solo puedo decir, “Cristo me hizo cristiano.” Cuando Jesús se reveló “a Sí Mismo” ante mí, ¡YO VI SU GLORIA, y quedé convencido… ¡DE QUE JESÚS ES EL CRISTO VIVO!

En Colosenses 3:1, el apóstol Pablo dice,Puesto que ustedes ya han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.

Adondequiera que iba, Pablo predicaba la Buena Noticia a los gentiles, a los líderes judíos hostiles, y hasta a sus guardias romanos. Cuando la gente creía en el mensaje que Pablo presentaba… ¡quedaba transformada!

La Palabra de Dios no es solo para nuestra información, ¡es también para nuestra transformación! Convertirse en cristiano no es solo reformarse o dedicarse a hacer lo correcto… ¡NO! ¡significa comenzar una relación “totalmente nueva” con Dios!

Los propósitos, metas, actitudes, y conducta “de los nuevos cristianos” ¡se transforma! Ya no buscan sus propios fines… ¡ahora dan fruto para Dios! ¿Está la Buena Noticia “llegando a otros” por medio de tu vida? Las únicas personas, que son realmente felices en la tierra, ¡son aquellas cuyos corazones están en el cielo!

Cuando nos entregamos a Jesús… ¡cosas maravillosas suceden! Nuestros pecados son perdonados, somos adoptados a la familia de Dios, y recibimos el status de hijos e hijas de Dios. Y no solo eso, también nos ha dado “un nuevo lugar con Cristo” en los lugares celestiales.

Estoy segura -- que de solo observar a la gente y estudiar la Palabra de Dios -- las personas, que son verdaderamente felices, son aquellas que se dan cuenta, que no es en este mundo donde se encuentra la felicidad.

Aquellos que tratan de encontrar la felicidad “en esta tierra”, ¡terminan frustrados! Las posesiones “que compran” nunca resultan ser lo que esperaban. Las relaciones que establecen nunca son tan satisfactorias “como ellos pensaban.” Y los sueños y ambiciones “que tenían” nunca los llenaron del todo, como esperaban.

Nada es exactamente lo que buscamos, hasta que nos demos cuenta: “Que no es en esta tierra donde lo encontraremos!” Es por eso, que nuestro Señor nos dice “constantemente en Su Palabra” -- ¡que pongamos nuestros corazones en las cosas de arriba!

La gente se siente estancada, con el estómago angustiado, el ceño fruncido, y el corazón dolido, porque se está tomando “demasiado en serio” la vida en esta tierra. Cuando una persona “finalmente comprende” que el cielo es donde la maravilla está… ¡solo entonces gozará de la vida!

No importa donde vivas, cual sea tu vocación, que clase de carro manejas, que bicicleta montas, o que patines tengas. Nada de eso “es importante” porque Jesús ve la meta final. ¡Así que! ¡Pon tu corazón en las cosas de arriba!

Este es el mensaje principal -- no solo de Pablo -- sino de toda la Escritura. ¡Vive para el cielo, y gozarás de la vida! ¿Cómo puede suceder eso? ¡DE MUCHAS FORMAS!

Les voy a sugerir tres maneras: Primero, vivimos para el cielo a través de lo que atesoramos. Jesús dice en Mateo 6:21,Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Cuando Jesús dice que acumulemos tesoros en el cielo, no está diciendo que esa es la forma “que Dios usa” para recaudar fondos. ¡NO! ¡PARA NADA!

Sabiendo donde se encuentra nuestro tesoro… ¡nuestro corazón lo seguirá! Esa es la forma que Dios usa para levantar nuestros corazones y mentes “de este mundo,” y ponerlos en el cielo.

Por ejemplo, si tú inviertes en una empresa específica, ¡es ahí donde tu corazón estará, ¿no es cierto? Si tú pones tu tesoro en tu casa, o en un hobby, ¡es ahí donde tu corazón estará! ¡Tu corazón le sigue a tu tesoro! Así que, la manera de poner nuestros corazones en las cosas de arriba, ¡es invirtiendo en el Reino de Dios!

Segundo, vivimos para el cielo a través de nuestras pruebas. Estoy convencida que Dios te mandará “alguna prueba cada día” para mantenerte anhelando el cielo. Si Él no hiciera eso, nos perderíamos “eternamente” lo que Él tiene reservado para nosotros.

Y tercero, otra manera en que el Señor pone “nuestro corazón y mente en las cosas de arriba”, es por medio de la partida de nuestros seres queridos… ¡al cielo!

Este proceso es muy importante, porque cuando tienes amigos, padres, o tu esposo que han partido al cielo, ¡tu corazón deseará estar con ellos! Los tesoros, las pruebas y, “las partidas al cielo” harán que nuestros corazones se mantengan en las cosas de arriba “todo el tiempo.”

Una vez, mi esposo invitó a un amigo a la iglesia. Después del servicio, su amigo hizo el comentario, “Me encantaron las canciones y el ambiente, pero hay algo que no entiendo. ¿Por qué ponen a Jesús en un lugar de honor tan alto? ¿Por qué tanta alaraca por Él? Mi esposo le explicó “que el cristianismo” es una relación con Cristo.

Sin Él… ¡el cristianismo no tendría sentido! Gracias a lo que Jesús ha hecho “en nuestras vidas,” ¡nosotros nos reunimos para adorarlo! Pero, ¿quién es Jesús y qué es lo que ha hecho?

17[Jesús]existía antes de todas las cosas, y por él se mantiene todo en orden.

Primero que nada… ¡NADIE HA VISTO A DIOS! Pero Jesús vino para reflejar y revelar a Dios. Jesús, como el Hijo de Dios, vino a morir por nosotros para liberarnos del pecado. El pecado nos ha separado de la santidad de Dios. ¡Así que! La paz solo se puede lograr por medio de un ser perfecto. ¡Y ESE SER PERFECTO ES JESÚS!

Jesús nos ha dado lo que nadie nos puede dar: ¡acceso a Dios y a la vida eterna! ¿Por qué se merece Jesús ese lugar de honor? ¡Porque Él conquistó a la muerte! Él se ganó nuestros corazones con Su amor y sacrificio. ¡Él nos da “nuevas fuerzas” cada día! ¡Él es todo para nosotros! ¡Nosotros le damos “toda la gloria” porque Él se la merece!

¿Estás tratando de vivir la vida cristiana por tus propios esfuerzos, batallando con el pecado por tus propias fuerzas? ¿Estás tratando de ser una mejor cristiana? ¿Te estás preguntando por qué es tan difícil serlo? ¿O a lo mejor te estás preguntando si eres realmente cristiana?

Mientras vivas en este mundo, no te enfoques en tus fracasos, ni en tu propio rendimiento, como la base de tu seguridad. ¡NO! ¡Tú has sido resucitada en Cristo! ¡Solo Él es tu esperanza! Que sea Su gloria -- y no tu propia bondad -- el enfoque de tus días. Entonces verás “que tu comportamiento” es testimonio de Su poder transformador.

Quiero que sepan que nuestro comportamiento “y servicio a Dios,” no obtienen nuestra salvación. ¡Son el fruto de nuestra salvación!

4Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con Él en gloria.

Tener una nueva naturaleza no significa que nunca tendremos problemas; ni que nunca nos descorazonemos; ni que recibiremos respuestas “AL TOQUE” a nuestras oraciones. ¡NO! LO QUE SÍ SIGNIFICA, es que nuestras vidas serán reorganizadas y capacitadas por el Espíritu Santo.

Sin embargo, podemos impedir la obra del Espíritu “dentro de nosotras,” si ponemos nuestros corazones en dirección equivocada… ¡enfocándonos en cosas impropias! Pero si buscamos las cosas de Dios – Su voluntad, Su fortaleza, y Sus maneras – ¡cosecharemos las bendiciones del Reino!

¿Quieres ser feliz? ¡Decide poner tu corazón en las cosas de arriba, viviendo como Dios manda… viviendo de acuerdo a tu nueva naturaleza!

¡ASÍ QUÉ! ¡ENFÓCATE EN LA ETERNIDAD… ¡Y TU VIDA DARÁ FRUTO ETERNAMENTE!